Sergio Ramos levantó la undécima del Real Madrid. Foto/AP
Manuel Vargas/@MA_Vargas7
El Real Madrid sudó y se esforzó de lo lindo para imponerse
en la final de la Champions League ante el Atlético de Madrid. Cristiano
Ronaldo se alzó entre todas las figuras y apagó la de Casemiro y de Carrasco,
para darle la Undécima al conjunto merengue.
En la primera parte el guion parecía transcurrir con el
orden esperado. Un Real Madrid al ataque, pero con dudas en los laterales; y un
Atlético Madrid especulativo, con especial atención en defensa, fue lo que se
esperaba y se dio, al menos en los primeros 10 minutos.
La pesadilla de Lisboa 2014
Desde entonces los blancos mandaron y sin ser un aluvión las
ocasiones se sucedían a su favor. Sin embargo, todo estalló con el gol de
Sergio Ramos. El central merengue hizo una aparición fantasmagórica tras una
peinada de Bale y puso el 1-0 en la pizarra de San Siro.
La pesadilla de 2014 regresó y los malos augurios se
repitieron en la mente de todos los colchoneros; desde gatos negros, pasando
por espejos rotos, de Schwarzenbeck hasta el propio Ramos, eran las imágenes
que pasaban por sus mentes al ver al andaluz celebrando en la banda con sus
compañeros.
Las cosas parecieron decaer para el Atléico Madrid, que
bajaron su intensidad, y se alzaron las figuras de Kroos y de Casemiro, pero el
Atlético fue recordando poco a poco como había llegado hasta la final, aunque
sin efectividad y así se fue la primera parte; esta sin señales de Cristiano
Ronaldo, aunque el destino le tendría deparado algo mejor.
Un asegunda parte rojiblanca
La segunda mitad comenzó con un polémico penal de Pepe al
“Niño” Torres, que Griezmann se encargó de cobrar, su disparó pegó justo en el
travesaño y los fantasmas se volvieron a ver. Sin embargo, como en la primera
parte ante la adversidad se crecieron los colchoneros que se propusieron atacar
a un Real Madrid dormido.
Entre una cosa y otra se lesionó Carvajal y entró Danilo,
además salió un Kroos cansado para darle ingreso a Isco, mientras el partido se
equilibraba y se convertía poco a poco en ida y vuelta. Lucas Vázquez sustituyó
a Benzema y poco después Ferreira Carrasco marcó el gol del empate.
Las esperanzas crecían y el gol revivió a los rojiblancos
que atacaron aún más a los merengues. Espantar a los fantasmas tardó, pero se
logró y así se acabó la segunda mitad.
Un tiempo extra de dudas
El tiempo extra empezó y estos se hicieron minutos críticos
para el Real Madrid que no respiraba por el buen asedio de los colchoneros. Al
final, el empate se mantuvo con un renqueante Cristiano Ronaldo y Gareth Bale
desde la cancha. Los fantasmas retornaron y esta vez bajo la forma de los
penales.
El momento del héroe siempre llega y aunque no aparece salva
a su equipo siempre que puede y ese papel lo cumple a la perfección Cristiano
Ronaldo. Con el penal de la verdad el portugués no le tembló el pulso para
darle al arco y anotar para que el Real Madrid levantara la undécima.
Todo parecía que transcurría con un guion hecho; pero entre
fantasmas, lesiones, penales fallados, calambres, tiempo extra y penales la
final al decidió Cristiano Ronaldo, que sin aparecer agrandó su figura en el
momento cumbre y puso a vibrar a todo el mundo madridista. Zidane sonríe y
Cibeles también.
Cristiano Ronaldo y Zidane celebran al ser los campeones de
la Champions League./ Foto: EFE
Cristiano Ronaldo fue el héroe al sentenciar los penaltis. /
Foto: EFE
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